sábado, 31 de octubre de 2015

Altar de Muerto Mexicano- Creatividad fiesta global

 Una actividad muy creativa acercarte a la celebraciones de otros países y dejarte llevar por su espíritu. Esta vez todo un reto: Un Altar de Muerto típico de México

La primera norma: El altar debe de tener tres niveles de altura. Corresponderán a los tres niveles del Inframundo

La cruz de sal de nuestras marismas debería de ir en el suelo delante del altar pero ante la falta de espacio la he dispuesto en el primer nivel del Inframundo. La virgen en adobe cocido de la Caridad del Cobre fue un regalo de unos amigos cubanos muy bien queridos.
Las calaveritas y el papel picado dificil de encontrar aquí, pero querer es poder y buscando algunos dibujos he conseguido recrearlos.
No se olviden del agua, la sal, el licor preferido, El agua para las manos y la toallita limpia, y poner velas para que no se olviden de cómo tienen que llegar a nuestras vidas.
No olviden poner un mantel. Nunca servirían a un invitado sin poner un buen mantel.
 El banquete debe de contener la comida que gustaba a la persona a recordar pues cuando llegue debe de encontrar todo a su gusto. Yo he puesto granadas, pomelos, polvorones, galletas, pero no dudéis en hacer inmersión en la rica gastronomía mexicana para estas fechas: pozole, pan de muertos, tamales, ... Ya me entra hambre.
Y una buena botella de licor porque a nuestros difuntos seguro que les gustará.
 En un tenderete he puesto la Calaveritas mexicanas que me han regalado unos amigos. Yo me he animado a introducirme con más cariño que habilidad en esta divertida composición poética mexicana donde la Muerte tiene un papel protagonista pues queda bien claro quién manda aquí y quién termina ganando siempre. 
He aprovechado para estudiar los mil nombres que en esas tierras se le dá y la verdad es que me he reído con muchos de ellos. El sentido de humor de México en esos temas es una maravilla.





















Veis también alguna mariposas amarillas  y un libro de Gabriel García Márquez. 
Quisiera tenerlo cerca en una noche como esta, como no podría ser de otra forma en la casa de una escritora. Y para terminar flores blancas y amarillas. Os animo a hacerlo. 

En una esquina hay un pequeño guiño a la festividad de Halloween. En una muerte velada disfrazada de calabaza, una festividad que me gusta apoyar desde que viví en USA durante un año. Y para la que sigo comprando caramelos todos los años para los chiquitos del barrio.