El resultado puede parecer algo agresivo visualmente pero al tacto es muy suave y limpiarle y da ese aspecto "flufi" de algodón que integra bien en los ambientes "imperfectos". |
Esta mesa vieja es de una madera buenísima y es muy fuerte. Con la tapa me resultaba algo pesada tanto físicamente como visualmente, así que decidí transformarla en una mesa para el salón y también para calco, para ello solo tuve que cambiar el color y ponerle encima el cristal de una vieja mesa camilla.
La pintura es de efecto tiza; pero la mezclé con un dorado de pátina y una base de óleo color amarillo pollito, trabajé en húmedo para conseguir la textura y rayé con brocha áspera para conseguir los rayados. Una vez seca, la lijé con lija gruesa y corregí "heridas". Lleva una mano de barniz transparente especial para muebles de madera. |
la idea era integrarla en el resto de la decoración sin que quedara demasiado clásica, así que me lancé a darle un toque envejecido tipo florentino. |
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